viernes, 7 de octubre de 2011

primeriza

Estoy tendida en mi cama, siempre del lado izquierdo para no dañar al bebé. Me observo la enorme panza que tengo a mis siete meses de embarazo; trato de ver mis rodillas pero tengo que doblarlas mas para poder lograrlo. No pienso en nada, ni siquiera en el bebé. Recostada, veo la quietud de afuera, el sol no se ve pero aun ilumina ese cielo azul clarito con poquitas nubes regadas y mi cuarto en perfecta paz.
No hay nadie. En mi cuerpo desnudo siento la brisa del pacifico, tibia y algo humeda. Me dan ganas de masturbarme pero me aflojero y recuerdo que mi marido llegará temprano -prefiero un orgasmo con él que mi toqueteo solitario.- Algo incomoda mi osciosidad. Un leve pinchazo en el bajo vientre que no es suficiente para hacerme levantar. Me toco donde siento la punzada...espero...no es nada, pero vuelve a ocurrir. Una, Dos, Tres, Cuatro veces mas, mas intensas. La aguja invisible se torna caliente y perfora mas profundo. Me siento a la orilla de la cama, aun desnuda. Pasan por mi mente algunos miedos viejos y conocidos a pesar de ser mi primer bebe. Respiro. Voy al baño y me reviso en el espejo de cuerpo entero. Veo un punto rojo donde atravezó la aguja imaginaria. Se ve pequeño, pero arde. Me lavo las manos y lo toco. Arde mas. Observo mas de cerca y enciendo la luz. Un hilo plateado cuelga de entre mis piernas. Lo jalo un poco. Mi corazón no late mas rapido pero estoy nerviosa. Tiro nuevamente el hilo plateado que no se rompe y tengo mas curiosidad que miedo. Jalo, jalo, lo voy enroyando entre mis dedos mientras hago esfuerzo para no romperlo y seguirlo sacando. Algo jala el hilo con fuerza desde dentro de mi y aprieta mis dedos hasta ponerlos casi blancos de la presion. Lo desenrrollo rapidamente y empiezo a asustarme. pienso en donde dejé el celular, pero no quiero causar alarma. Pienso. Me siento en el suelo del baño abro las piernas y me reviso con el espejo. No se ve nada claro, me acerco mas al espejo de la puerta pero alcanzo uno de mano para reflejar la luz entre mis piernas, directamene en mi vagina. Veo algo de ese hilo plateado, pero a pesar de buscarlo con mis dedos no logro tomarlo. Me levanto por un rastrillo para rasurarme toda el área. Me lastimo un par de veces pero necesito ver que hay ahi, dentro de mi. Me recuesto nuevamente en el suelo encima de los bellos, ahora veo mas claramente. Hay algo moviendose, posiblemente la cabeza de mi bebé. Introdusco mi dedo indice y el pulgar nuevamente y lo que toco se mueve rapidamente resbalandose al fondo de mi útero. pongo mi otra mano en mi vientre y mi bebe se mueve hacia mis costillas. trato de introducir otros dos dedos. No es suficiente para sacarlo de ahi. Muevo suavemente la mano para buscar mas adentro, en este momento lo quiero fuera. Me Duele el punto de la aguja invisible, el vientre y mi vagina. No importa, tengo que sacar esto que me lastima. El dolor pasa a mi columna y a mis riñones. Rompo la Bolsa, sale mucha agua y sangre pero logro meter toda mi mano completa en un acto de verdadera flexibilidad. El dolor se incrementa y mi cabeza se siente a reventar. Aguanto el aire hasta que toco algo blando y carnoso. Trato de asirlo fuertemente para sacarlo de mi y siento la misma punzada de la aguja invisible en mi dedo pulgar. Saco mi mano llena de cuagulos y respiro, pero el dolor sigue ahi. me limpio la mano con el tapete del baño para ver que le pasa a  mi dedo. Un piquete como el de mi vientre ahora en mi pulgar. Salen de mis ojos algunas lagrimas de dolor pero no grito. No quiero gritar. Estoy sudando, llena de pelos del piso y rodeada de agua y sangre. Me preocupa que hay dentro de mi en vez de mi bebé. Me recuesto, Abro las piernas para verme en el espejo. Mi vientre endurece, eso que no es un bebé oscila debajo de mi piel y sale en un acto furtivo y salvaje, me desgarra la piel vaginal. Grito pero no fuerte. Me desvanesco en ese charco de liquidos y pelos.
Ahora es de Noche, la ventana abierta deja entrar la luna sin estrellas. me duele el cuerpo por la posicion, pero ya no queda rastro de los dolores anteriores. Solo Punza mi vientre en la aguja invisible y mi dedo pulgar. La cabeza me da vueltas. Tiento mi vientre y está flaccido. No hay señales de lo que no es bebé. Trato de levantarme e inconsientemente volteo hacia una esquina del techo. No logro ver nada claro, pero se que ahi está..ahi debe de estar. incorporo mi cuerpo lentamente, trato de no hacer ruido. despacio escucho la respiracion de algo que no es bebé. Ahi, en el Techo. Camino lentamente buscando la conexion de luz, no quiero hacer ruido, quiero ver que salió de mi. Quiero ver que hay ahí. Prendo la luz. El repentino cambio no deja reconocer...no quiero reconocer....mi marido esta pegado al techo envuelto en algo que..si.. es una telaraña. Tapo mi boca ahogando mi espanto al reconocer su cara sin vida. Lo que no es bebé arriba, más arriba, en la esquina. Con su cara de bebé y sus patas de arañita, su cuerpo de araña. llena de pelos negros y grises, tejiendo su telerañita. Picando a su papá dejando las marcas de la aguja invisible... llamandome Mamá.

1 comentario:

Esquina Tijuana dijo...

waow! grande grande texto, intenso, mágico, escatológico, alucinante... no puedo describir lo que me ha provocado (además de una gran admiración). bella pieza, mi favorita.

besos!